
El trastorno obsesivo compulsivo (TOC) es una dificultad psicológica que afecta a millones de personas en todo el mundo. Se caracteriza por la presencia de obsesiones (pensamientos, imágenes, sensaciones o impulsos) que aparecen de manera repetitiva e involuntaria, generando un intenso malestar o ansiedad. Para reducir ese malestar, la persona lleva a cabo una serie de compulsiones (conductas o rituales que pueden ser mentales o físicas).
Aunque desde fuera pueda parecer “irracional”, para quien lo padece, el TOC resulta muy real y genera un gran sufrimiento. Las obsesiones suelen estar acompañadas de miedo, culpa o inseguridad, y las compulsiones, aunque ofrecen un alivio momentáneo, refuerzan el ciclo del trastorno, atrapando a la persona en una dinámica agotadora, y manteniendo el problema en el tiempo.
El TOC puede presentarse de muchas formas: miedo a la suciedad o la contaminación, dudas constantes sobre si se ha cerrado una puerta o apagado un electrodoméstico, necesidad de repetir determinadas acciones hasta que la persona se siente bien, pensamientos intrusivos relacionados con los sentimientos hacia la pareja u orientación sexual... En función de si esos rituales son visibles o no, podemos clasificar los tipos de TOC en motores (incluyen rituales visibles o conductas físicas), o puros (se caracterizan por rituales mentales, sin conductas externas evidentes). Cada persona lo vive de manera única, pero el impacto en la vida diaria suele ser profundo, afectando al trabajo, las relaciones y el bienestar personal.
¿Cómo se trata el TOC?
El TOC se mantiene porque el cerebro aprende que solo puede calmar la ansiedad realizando la compulsión. La Exposición con Prevención de Respuesta (EPR) enseña a romper ese círculo: exponerse a los pensamientos o situaciones temidas sin llevar a cabo la compulsión, permitiendo que la ansiedad se reduzca de manera natural.
Esta técnica, avalada por organismos como la APA y la OMS, es el tratamiento más eficaz y con mayor respaldo científico para el TOC.
Con práctica constante, la persona aprende que el malestar es temporal y que puede tolerarlo sin recurrir a rituales, ganando libertad y confianza.
¿Cómo puede ayudarte la EPR?
La EPR consiste en enfrentarte de manera controlada y progresiva a los pensamientos o estímulos temidos, sin realizar la compulsión.
Durante este proceso:
• La ansiedad sube, se mantiene y luego baja de forma natural.
• El cerebro aprende que no necesita la compulsión para sentirse seguro.
• Con el tiempo, las obsesiones pierden fuerza y el malestar disminuye.
Vivir con TOC puede resultar agotador, pero no es algo con lo que haya que conformarse. Con la ayuda adecuada es posible romper el círculo de obsesiones y compulsiones, y recuperar una vida más tranquila, equilibrada y plena.
En Bepossitive Psicología ofrecemos un espacio seguro y cercano donde comprender lo que ocurre, aprender nuevas herramientas y avanzar paso a paso hacia la libertad interior. Nuestro compromiso es acompañarte en este proceso con respeto, empatía y profesionalidad, para que el TOC deje de dirigir tu vida y seas tú quien retome el control.